Antes de que mi hermosa hija se vaya al cielo a reunirse con Dios, paso algo verdaderamente sorprendente, un día paseábamos por el parque Central de Chosica, como siempre juntos los tres, nos regresábamos a casa y pasamos por la Iglesia Santo Toribio, ahí nos regalaron un folleto religioso donde habían oraciones y canciones cristianas, de regreso a casa mi hija lo vino leyendo de a pocos por todo el camino, en casa nos pusimos a ver la televisión, luego cenamos y le dimos 30 minutos para que repose viendo televisión y luego a dormir, de pronto escuchamos que nuestra hija cantaba canciones religiosas del folleto y de las aprendidas en el colegio, nos decíamos mira nuestra hija ya sabe muchas canciones que bonito, luego se ponía a leer los textos bíblicos del folleto pero a toda voz, estábamos más que sorprendidos, que buena lectura; luego le dijimos ya mi amor es hora de dormir y nos respondió un rato mas papis, luego la escuchamos leer lo bíblico cada vez mas fuerte como si estuviese predicando y alrededor suyo hubiese una multitud de personas, como si estuviese llamándoles la atención por no creer y practicar la palabra de Dios, le dije por favor hija baja el volumen de tu voz que tus tíos están descansando y al momento me respondió papi estoy leyendo la palabra de Dios, entonces le dije pero bebe no escucho nada de la televisión y ya es hora de dormir, hay papi tú no sabes, si no quieres escuchar te cerrare la puerta de tu cuarto y lo hizo, habrá estado “predicando y alabando al Señor” por lo menos una hora. Y luego se fue a dormir.
Nos decíamos mira nuestra hija es mucho mas cristiana que nosotros, como su padre no estoy a la altura de su vivir religioso, que sorprendente.
Pensábamos que su “predicar y cantos de alabanzas” seria flor de un día, pero no fue así lo hizo de manera inter diaria, duro casi un mes, estaba sorprendido y orgulloso de ella. Totalmente avergonzado porque su fe era mucho más grande que la mía, siendo tan pequeña como adoraba a nuestro Dios.
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