Nacer tu frágil cuerpo.
A los cielos que hoy, en puertas
Abiertas, te saben acoger
¡Alas!....¡alas a los cuatro vientos!
Son tus brazos sin apenas, en
Esfuerzo y tiempo,
Haber sido abrazados.
Diamantes… ¡diamantes son tus
ojos!
Sin rasgo de impureza y maldad
Más limpios que el agua salida de
Un recién manantial.
Asciendes sin haber sentido los
Azotes de un mundo turbulento
Sin tiempo para la felicidad
Sin días para haber recorrido las
Calles de los mil juegos
Con tus compañeros y amigos.
Te vas…con la sonrisa en el rostro
Preguntando, tal vez, mil porqués
Con el silencio de quien sabe que un
Gran hueco deja.
Marchas con el alma PURA y
RADIANTE
SANTA, INQUIETA, VIVA e INMACULADA.
Hoy el cielo está de enhorabuena
Aún, cuando nosotros, estemos
Sumidos en el llanto y en la tristeza:
Entra en la ciudad de Dios un nuevo
Ángel llamado “VALERY”
Sonará su trompeta más afinada
Que ninguna otra
Sus alas resplandecerán como las de
Ningún otro en la corte angelical
Sus cantos serán los preferidos por
Santa María la buena madre
Su cuerpo…será mecido por los
Brazos
De los ángeles mayores que sabrán
Arrullarle a una sola voz.
Hoy…el cielo abres sus puertas de
Par en par
Y un nombre resuena con especial
Emoción: ¡VALERY!
Y Dios, que tiene mucho de Padre y
Sabe otro tanto de amor,
Sabrá acogerla y enseñarle las
Plazas y los rincones de su nueva
Casa
Los amigos y los hermanos…que son
Felices allá arriba aún sabiendo
Que abajo dejaron llanto y dolor.
Naces…naces para el cielo
VALERY
Pero, que sepas, que quedas
Grabado en el corazón de
Padres y abuelos, familiares y
Amigos
Que hubieran dado el oro, la fortuna y el todo por ti.
Amén.